
La Enseñanza del Equilibrio de Dar y Recibir con la Enfermedad Celíaca
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La Enseñanza del Equilibrio de Dar y Recibir con la Enfermedad Celíaca
Si vives con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten, pronto te das cuenta de que comer no es solo una rutina diaria: se convierte en una tarea constante de planificación. Tu vida implica preparar comidas, pensar con antelación, cuestionar ingredientes y ser cauteloso. Con el tiempo, esto se vuelve tan rutinario que puedes olvidar que las cosas podrían hacerse de otra manera.
Desafíos Durante Fiestas y Reuniones Sociales
Las fiestas, cumpleaños y reuniones sociales presentan nuevos desafíos. No solo tienes que cuidar tu propia dieta, sino también gestionar las reacciones de tu entorno. A menudo llevas algo contigo para asegurarte de que habrá comida segura. Pero, ¿siempre es necesario?
No Bloquees la Posibilidad de Recibir Regalos
A la gente le encanta dar. Dar un regalo es un gesto cuyo valor no reside en el objeto, sino en la intención. Si alguien prepara algo para ti con el corazón, ya sea una galleta, una barra de chocolate o un gesto simple, eso también le brinda alegría a quien da.
Sin embargo, si dices anticipadamente: “No te molestes, yo llevaré mi comida, no lo intentes”, sin querer, les quitas la alegría de dar. Con el tiempo, la gente puede dejar de intentarlo, no porque no les importes, sino porque sienten que no pueden hacerte feliz. Esto afecta tanto a ellos como a ti.
Cómo Aceptar Regalos Sin Gluten
La comunicación efectiva es clave:
- Da orientación: Si alguien quiere darte un regalo a ti o a tu hijo, explica lo que sería adecuado. Comparte una foto, un enlace a un producto o una lista de tiendas.
- Ayuda en la elección: Si alguien quiere preparar postres sin gluten, sugiérele ingredientes preenvasados seguros o productos listos.
- Muestra aprecio: Cuando alguien hace un esfuerzo para ofrecer comida segura, agradéceselo. La alegría de dar es una parte importante de las relaciones humanas.
Historia Personal – Permitirse Recibir
La madre de la compañera de clase de mi hijo quería enviar un dulce por el cumpleaños de su hija e incluir a mi hijo. Mi primer pensamiento fue rechazar educadamente y preparar yo mismo la comida segura. Luego me di cuenta: negar su contribución le quitaría la alegría. En cambio, le envié fotos y enlaces de tiendas con productos seguros y accesibles. Ella me lo agradeció, y eso fue todo.
Todos salen ganando: mi hijo disfruta del dulce de forma segura, la otra madre se sintió útil, y yo experimenté la alegría de recibir un gesto sin comprometer la salud de mi hijo.
Toda la Energía – Regalos, Amor, Atención
Si siempre das pero nunca permites que otros retribuyan, la energía se vuelve unilateral. Por el contrario, si siempre recibes pero nunca das, se rompe el equilibrio. La pregunta es: ¿estás dispuesto a aceptar lo que otros quieren darte?
Cuando la respuesta es sí, dar y recibir regalos sin gluten se convierte en un momento alegre, no en un compromiso estresante. 😊
¿Alguna vez has rechazado un regalo sin gluten que alguien quería darte? ¿Cómo manejas estas situaciones? ¡Comparte tus experiencias en los comentarios! 💬